Karl estaba desconcertado y se preguntaba por qué rayos no podía hacer su pedido, después de haber formado pacientemente la fila durante unos 45 minutos. Por el contrario, se encontró con una dura e inexpresiva mirada de la camarera…por lo que pensó ¿Qué pudo haber hecho para merecer semejante atención?.

Karl no estaba acostumbrado a recibir este tipo de tratos, ya que era un hombre que imponía respeto y autoridad; sus exigencias se cumplían siempre al instante y acompañadas de un saludo. Si la dama supiera quién es, de seguro no lo trataría de tal manera. Nadie se mete con el oficial Karl y se sale con la suya. ¿Cómo actuará Karl?. Ya lo averiguaremos…
¿Cómo Empezó Todo?
Era un día libre para el trabajador Karl Baker, quien había decidido disfrutarlo al máximo. Necesitaba liberarse del estrés de sus largas jornadas de trabajo; por lo que planeaba dormir hasta tarde, comer fuera, pasear al aire libre y tal vez, salir con sus amigos por la noche.

La simple idea de no trabajar al día siguiente le llenaba de tanta emoción que se quedó despierto hasta altas horas de la noche. Con la adrenalina corriendo por su cuerpo, le resultaba difícil cerrar los ojos. Poco sabía Karl, que su excitación acabaría convirtiéndose en una verdadera pesadilla.
Su Perro lo Despertó
No era consciente de que se había quedado dormido, pero se despertó con la cálida sensación de su perro lamiéndole la cara y lleno de energía. Probablemente el canino necesitaba un paseo, pero su amo estaba tumbado holgazaneando en la cama. Al abrir los ojos, Karl se percató de que ya era mediodía.

Rápidamente se metió en la ducha, se afeitó brevemente, se cambió de ropa, preparó un café y pensó dónde ir a almorzar. ¡Lo tengo! Recordó el restaurante de las afueras de la ciudad del que sus colegas habían hablado maravillas, por lo que no estaría mal probarlo.
Saliendo de Casa
Karl se subió a su auto y se dirigió al restaurante para la comida perfecta del mediodía; al mismo tiempo que pensaba qué tipo de comida debía pedir. Como el restaurante era nuevo para él, no podía esperar a degustarlo.

Encontró rápidamente una plaza de estacionamiento, apagó el motor y entró. Karl era un hombre alto y musculoso, lleno de energía y además, no era mal parecido. Pero ninguna de estas cualidades podían salvarle de lo que estaba a punto de sucederle.
Un Frío Recibimiento
Al entrar al restaurante, se sintió impresionado por el diseño interior del lugar. Sin embargo, lo que no podía entender era la fría mirada que le dirigió el personal a su llegada. Parecía como si una plaga acabara de entrar por la puerta.

Karl sintió que no era bienvenido en aquel lugar. En su trabajo como policía, imponía respeto a la gente, por lo que no estaba acostumbrado a recibir miradas desagradables. En su condición de jefe de policía, estaba acostumbrado a ganarse el respeto de todos y a corresponderlo.
Entablando Conversación
Se colocó tranquilamente en la fila detrás de un sujeto grande. Pero tendría que esperar un rato, ya que el personal puede tardar mucho en atender a todos los comensales; de igual manera, ya pronto sería su turno. Hambriento, esperó pacientemente, observando el menú en la pared para ver si tenían lo que quería comer.

Ya habían pasado quince minutos y él aún seguía en la fila. Así que intentó entablar una conversación con el tipo que le precedía, diciendo: “Oye, ¡qué cosa más bonita tienen aquí!”. Pero el tipo no parecía muy interesado en entablar una conversación, ya que se limitó a encogerse de hombros y mirar al frente. No cabe duda que la paciencia no es la virtud de todos.
Esperando Pacientemente
Aunque Karl sabía que en su calidad de policía podía acercarse al mostrador y hacer un pedido sin tener que hacer fila, él optó por esperar su turno. Nadie en la cafetería sabía quién era y él quería que permaneciera así.

El hambre empezaba a atacar y estaba a punto de llegar a su límite, pero aún así, decidió mantener la calma. Era un hombre paciente y decidió actuar como tal. Después de lo que le pareció una eternidad, por fin llegó su turno de pedir lo que tanto se le antojaba.
El Peor Servicio Jamás Visto
Aunque hastiado por la larga espera, Karl aún mostró una cálida sonrisa a la cajera, acompañada de un saludo. Sin embargo, en respuesta, recibió un gesto que denotaba impaciencia y desagrado. Inmediatamente notó que la señora era indiferente, pues masticaba desagradablemente un chicle delante de él.

Decidió no prestar atención a su actitud y se limitó a pedir su comida y a empatizar con ella; pues pensó que ella también debía estar estresada por la larga fila de clientes que atendía. Sin embargo, pronto descubrió que la señora no merecía empatía alguna.
¡Esto es Inconcebible!
Karl quedó desconcertado al escuchar que su pedido no estaba disponible en ese momento. La decepción se le notaba en la cara, pero simplemente se encogió de hombros y optó por pedir otra cosa. Sin embargo, quedó aún más atónito al escuchar que su segunda opción tampoco estaba disponible.

Ya irritado, intentó una tercera opción y lo único que recibió fue una desagradable mirada. Su paciencia había llegado al límite; y en ese momento necesitó toda su voluntad, para no arremeter contra la señora. ¿Acaso es posible que todas las especialidades del menú no se encuentren disponibles?
La Gota Que Derramó el Vaso
Esta no era la gran experiencia que había escuchado de sus amigos sobre este restaurante. Decidió optar por otras alternativas que no figuraban en el menú especial. A Karl le sorprendió la reacción de la cajera cuando preguntó si tenían comida disponible.

La cajera puso los ojos en blanco y lo miró fijamente. Su mirada le hizo sentir que había hecho una pregunta estúpida. Karl ya había aceptado suficientes desplantes y comportamientos groseros por parte de la cajera. No podía soportarlo más; y esta era la gota que derramó el vaso
.¿Dónde Está el Gerente?
Cuando estaba a punto de darle una reprimenda, la dama se le adelantó; pidiéndole que se fuera, si no tenía intención de ordenar nada. ¿Cómo osa decir eso? Karl no pudo soportarlo más y solicitó ver al gerente.

La cajera no dudó un segundo e inmediatamente llamó al gerente, gritando su nombre lo suficientemente alto como para que lo oyeran desde la cocina. Ella estaba simplemente feliz de deshacerse de Karl, para poder atender a los demás clientes; no sin antes, darle una dura mirada. Karl trataba de mantener la calma, mientras esperaba al gerente.
Una Peor Que la Otra
Al mirar hacia atrás, se dio cuenta de que se había formado una larga fila detrás de él. En ese momento, una rubia salió y caminó hacia ellos. Se quedó mirando a Karl y a la cola que había detrás de él, y pidió saber qué pasaba y por qué había retrasado la cola. Él se volvió para hablar con la gerente.

La cajera no permitió que Karl hablara e inmediatamente le dijo a la encargada que no podía atenderle. Por supuesto, Karl esperaba que la gerente actuara con sensatez, pero en cambio, empezó a reírse en ese mismo instante, mirándole tímidamente. Estaba confundido en cuanto a lo que le parecía gracioso teniendo en cuenta la situación.
Conservando la Calma
No podía entender lo que estaba sucediendo, pero hizo todo lo posible por mantener la calma, ya que todos los ojos estaban puestos en él; y odiaba la atención, especialmente cuando no era del tipo positiva . Por suerte, Karl era un hombre con mucha paciencia.

En lugar de arremeter, controló su enojo y cortésmente aconsejó a las damas que fueran más corteses en su comportamiento con los clientes. Tal actitud solo causaría una mala impresión del restaurante y dañaría su reputación; algo que definitivamente no querrían.
Toda Una Pesadilla
Su pequeño consejo pareció caer en saco roto, ya que las señoras seguían riéndose. No les importaba su recomendación. El gerente le dijo en tono de burla que entendían que las cosas no eran cómodas para él, pero que debía aceptar su destino hoy.

Luego le mostró la puerta, diciendo que no atendían a gente como él. Como un eco, la última palabra de la gerente seguía resonando en su oído. ¿Qué quería decir con “gente como él”? Su plan para pasar un día divertido se estaba convirtiendo en su peor pesadilla.
Aumenta la Tensión
De pronto, su actitud amable disminuyó cuando pidió autoritariamente a la gerente, explicarse. Su respuesta, no hizo más que echarle leña al fuego. La gerente respondió con dureza que no debía dar explicaciones a nadie e inmediatamente le ordenó que se fuera del restaurante antes de que la situación se tornará peor.

Como persona que nunca había sido ni se acostumbraría a ser humillada o menospreciada, la furia de Karl fue aumentando en ese momento. La tensión en el interior de la cafetería se hacía cada vez más intensa. Nunca se había sentido tan humillado en toda su vida.
Como Cualquier Civil
Su dignidad era algo que apreciaba y no quería que nadie jugara con ella. Creía que el respeto debía ser recíproco y que nadie se merecía el trato que había recibido del personal del restaurante aquel día. Fue como una bofetada en la cara

La interacción que había experimentado ese día era extremadamente desagradable. Se notaba que el personal del restaurante no tenía ni idea de con quién se estaba metiendo. No sabían que él tenía autoridad legal. De vez en cuando, se paseaba con ropa de civil y actuando como un civil sólo para ver cómo interactuaba la gente con él.
El Centro de Atracción
Su experiencia en la cafetería no fue lo que esperaba. La encargada que esperaba que resolviera el problema fue peor que la cajera; no pronunció ni una palabra de ayuda. A medida que aumentaba la tensión, muchas personas se mostraron curiosas y empezaron a girar la cabeza hacia ellos.

Para entonces, todo el mundo en la cafetería había desviado su atención hacia él; y Karl empezó a sentir que le dirigían miradas poco amigables. De pronto se sintió avergonzado, ya que la atención no había sido necesaria. De hecho, deseaba que alguien le reconociera, pues así no le tratarían de ese modo.
Una Manera de Desquitarse
Karl se sintió muy avergonzado por el trato grosero que acababa de recibir. Sintió que no ganaría la discusión en ese momento si continuaba, así que se echó atrás. Pero no sin una estrategia, pues planeaba volver a la cafetería al día siguiente en horario de trabajo, vestido con su uniforme.

Su deseo de pasar un buen día libre, se vio truncado por su encuentro con el personal de la cafetería. Pensó en cuál sería su reacción cuando le vieran de uniforme. Estaba decidido a hacer algo de justicia por los malos tratos recibidos por parte de la gerente y la cajera.
Un Hombre Con Autoridad
Al día siguiente, Karl reanudó su trabajo y se vistió con su uniforme de jefe de policía. Tenía muchas cosas que atender, pero una de ellas era volver a visitar la cafetería. Su propósito era entrar con gallardía en la cafetería y hacerles ver el gran error que suponía no respetar a un civil y con un poco de suerte, arreglar las cosas.

Después de cumplir con sus funciones en el trabajo, llegó el momento de visitar la cafetería. Estacionó su vehículo en el exterior y abrió la puerta de golpe. Esta vez, el ambiente cambió por completo cuando entró en la cafetería…De pie, con el pecho erguido, Karl transmitía una gran autoridad.
Un Recibimiento Diferente
La mirada de la gente no era la misma del día anterior, puesto que ahora, todos le miraban con respeto. Notó una sonrisa en la cara de aquellos que ayer no mostraron cortesía hacia él. Todos prestaban atención al hombre que emitía una severa sensación de autoridad.

Karl sintió que aún sin pronunciar una palabra, ya tenía el control; caminó directamente hacia la cajera, que también tenía una amplia sonrisa en su rostro. En cuanto se acercó, la sonrisa de ella se desvaneció al reconocer a aquel hombre… y de pronto, un sentimiento de culpa la invadió.
Drástico Cambio
¿Quién iba a pensar que la cajera podía llegar a ser tan amable? Le saludó cordialmente y le preguntó qué deseaba ordenar. Pero Karl simplemente pidió ver a la gerente; a la que rápidamente llamó. Esta vez, le pareció que la cajera cuidaba sus modales.

Mientras esperaba, su postura era la del respetable policía que ejercía en la calle. Tenía una mano apoyada en el cinturón y la otra en un aparato de radio que emitía los informes de sus colegas en el campo.
Una Disculpa
Estaba ansioso por conversar con el gerente una vez más. Sin embargo, resultó ser un turno diferente y se encontró con una gerente nueva. Karl le contó con detalle lo ocurrido el día anterior y ella se mostró inmediatamente arrepentida y se disculpó. Le aseguró que llevarían a cabo una investigación adecuada para corregir el error.

En pocas horas la historia había sido publicada en las redes sociales. Los comentarios de los civiles ya se estaban difundiendo por la red, obligando al restaurante a hacer una declaración sobre el tema de su mal servicio al cliente, que se estaba saliendo de control. Las cosas no pintaban muy bien para el restaurante.
Una Pesadilla Para el Portavoz
El daño ya estaba hecho, pero el restaurante tuvo que aclarar el asunto para evitar más incidentes. Sin omitir ningún detalle, su portavoz hizo una narración detallada de todo lo sucedido según el agente Karl. Tenían que actuar de la mejor manera posible para salvaguardar su reputación.

Manifestando su descontento, la dirección del restaurante estaba decidida a descubrir lo que podía haber justificado ese trato de su personal a un agente de la ley. Prometieron tomar las medidas necesarias para evitar que se repitieran en el futuro.
Las Opiniones del Público
Tras el comunicado oficial del restaurante, las opiniones del público aparecieron en las redes sociales. Muchos querían que se tomaran medidas legales. Un lector preocupado, dijo que tal acción justificaba una acción legal y que Karl debería demandar por 150,000 dólares. El lector lo comparó con una situación similar en la que se negó a una pareja gay el derecho a comprar una tarta debido a su identidad.

La historia siguió difundiéndose en Internet, a través de numerosos sitios de medios sociales, lo que provocó el agravio de muchas personas. Mientras la historia seguía circulando por la red, la dirección de la cafetería continuó poniéndose en contacto con el departamento de policía, pidiéndole una disculpa pública al oficial Karl. El restaurante estaba perdiendo clientes.
Corrigiendo Sus Errores
Los comentarios siguieron llegando y la historia se convirtió en el trending topic número uno. Un lector en particular dijo que si él estuviera en el lugar del policía, no se preocuparía por el tema antipolicial sino que a partir de ese momento se resentiría con el restaurante y el tipo de comida que se vendía.

El restaurante siguió esforzándose por resolver el asunto, pero el daño ya estaba hecho. El representante del Sindicato de Policía de Alexandra, Pete Feltham, admiró su cooperación y su deseo de enderezar el asunto. El restaurante tuvo que crear carteles fuera de su local, mostrando su apoyo a los policías.
El Público No se Rendía.
Karl trató de evitar los focos, ya que no le interesaba hacerse famoso; por lo que se mantuvo reservado todo el tiempo que duró el asunto. Sorprendentemente, el incidente se produjo en una comunidad que suele tener una relación armoniosa entre los lugareños y las empresas. Este asunto debía resolverse rápidamente.

Los rumores de una lista negra permanente empezaron a difundirse en las redes sociales, ya que la página de Facebook del restaurante se inundaba de comentarios de enojo. El daño al negocio se estaba volviendo incontrolable y el restaurante trató de ganarse la simpatía difundiendo rumores sobre personas que intentaban robar el restaurante.
No Somos un Pueblo de Destrucción
Karl tuvo que dirigirse al público para dejar clara su versión del asunto. Como agente de policía respetable, no apoyaba ninguna forma de lista negra ni de robo en la cafetería en su nombre y a causa de un incidente en el que estaba implicado.

“Dos males no hacen un bien”, dijo Karl, y pidió al público que no participara en la cultura de la cancelación como forma de expresar su desaprobación al establecimiento. A pesar de ser el agraviado en el incidente, deseaba lo mejor para el restaurante y les animaba a estar a la altura de las circunstancias.
Investigación Concluida y Medidas Adoptadas
El incidente hizo que el restaurante recibiera tremendos insultos tanto en Internet como fuera de él. Sin embargo, decidieron hacerlo mejor por su parte. Actuaron con nobleza publicando otro comunicado en el Washington Post.

La empresa emitió un comunicado en el que indicaba que las acciones de los implicados eran improcedentes y no reflejaban la posición de sus otras sucursales. También declararon que habían concluido sus propias investigaciones y que el personal implicado había sido despedido. Expresaron lo mucho que valoran a sus clientes y específicamente, a los oficiales de la ley.
Una Relación Se Fortalece
La dirección del restaurante respetaba a sus clientes y hacía todo lo posible por darles el trato que merecían. A lo largo de los años habían construido una relación cordial con el Departamento de Policía de Alexandra, y ésta era una relación que pretendían conservar. Les quedaba una cosa por hacer…

El respeto por los civiles y los agentes de la ley hizo que la dirección del restaurante se esforzara por localizar al oficial Karl para corregir el error cometido contra él. El comportamiento exhibido por dos de sus empleados iba en contra de los valores fundamentales de la empresa, que defienden con esmero.
No Guardamos Rencor
El jefe de policía admitió que en un principio estaban enfadados por el incidente. Sin embargo, entendió que la economía flaquea y que no hay que responsabilizar al restaurante. Afirmó que todo el mundo está tranquilo y que algunos agentes ya han vuelto a frecuentar el restaurante. Es necesario que olvidemos y pasemos la página.

La alcalde de Alexandria, Allison Silverberg, elogió los grandes esfuerzos realizados por el equipo del restaurante para corregir lo sucedido. Pidió a todos que vivieran con respeto mutuo y trataran de hacer lo correcto en estas situaciones. Contó un caso idéntico de una camarera que fue premiada por hacer lo correcto.
Sin Lugar Para la Discriminación
Brittany era una camarera simpática y trabajadora que fue testigo de una situación similar a la que vivió Karl. Fue testigo de un acto ofensivo ante ella mientras estaba de servicio. Con su fuerte espíritu moral, no podía quedarse de brazos cruzados viendo cómo se discriminaba a los demás, especialmente por parte de personas que deberían saber más.

Pidió a su jefe que la dejara cambiar de mesa, pero éste se negó, diciéndole que lo solucionara ella misma. Así que defendió a los menos favorecidos, ya que no podía soportar lo que estaba sucediendo. Continúa leyendo para saber cómo Brittany se convirtió en una heroína.
La Historia Comienza en el Fat Joe’s Bar & Grill
La historia de Brittany comenzó mientras trabajaba como camarera en el Fat Joe’s Bar & Grill de Fond du Lac (Wisconsin), donde a los lugareños les encanta reunirse para disfrutar de una buena comida.

Ella tenía mucha experiencia, ya que había trabajado durante dos años en la cafetería. En su puesto detrás del mostrador, observó a una pareja que entraba en el local. Ansiosa por servirles, se preparó y se dirigió a ellos mientras tomaban asiento.
Una Curiosa Pareja de Ancianos
Tan pronto como la pareja de ancianos tomó asiento, el ambiente se volvió tenso. Brittany lo notó inmediatamente; y ella sabía que a veces los clientes que acudían por primera vez, reaccionaban así en su lugar de trabajo. Era evidente que desde un principio, no estaban satisfechos con el lugar. Y Brittany, vio que esta pareja no se sentía cómoda.

Aunque no era un restaurante de cinco estrellas, ellos preparaban buena comida. Sus platos eran la comidilla de la ciudad y su reputación les precedía. Brittany creía que la pareja cambiaría de opinión una vez que el entusiasta y servicial personal les atendiera.
Algo no Huele Bien…
Brittany podía percibir que algo andaba mal, pero prefirió ignorar esa sensación y trató de ser una influencia positiva en su experiencia. Pensó que probablemente la pareja estaba teniendo un mal día, pero quizás ella podría sacarles una sonrisa de alguna manera.

Pero su optimismo se desvaneció rápidamente al ofrecerles el menú. La anciana frunció la nariz como si la camarera oliera mal. Esto inquietó a Brittany y aspiró profundamente para comprobar si despedía un mal olor.
Un Acto Vergonzoso
Mientras regresaba al mostrador, Brittany pudo oír algunos murmullos de la pareja. Al mirar hacia atrás, se dio cuenta de que se estaban riendo y señalando a otro cliente que acababa de entrar en la cafetería; y cuya mirada revelaba una evidente incomodidad.

Esta situación no le hizo ninguna gracia a Brittany; quien sintió curiosidad por saber qué podía haber hecho que la pareja de ancianos se comportara de tal manera. Decidió entonces descubrir por qué se habían mostrado tan groseros con el otro cliente.
Conversación Desagradable
La pareja de ancianos continuó su conversación, sin saber que Brittany estaba justo detrás de ellos, en la mesa de al lado. No solía fisgonear las conversaciones de los demás, pero el comportamiento de la pareja había despertado su interés y quería saber por qué se comportaba de forma tan irrespetuosa.

Al escuchar lo que decían, se quedó atónita; es terrible, murmuró en voz baja y un sentimiento de disgusto la invadió. Nadie debía tratar a los demás como lo hacían…Además, ni siquiera conocían al otro cliente. De pronto, surgió una antipatía por los rudos clientes.
Opinión Prejuiciosa
Cuando Brittany fue a tomar el pedido de la pareja, éstos le hicieron una pregunta inesperada. Le preguntaron qué opinaba del otro cliente. Pues a ellos, sin razón aparente, les desagradaba la otra persona y pensaban que no deberían haberle dejado entrar en el restaurante.

Cuando creía que lo había visto todo, una situación inesperada comenzó a desarrollarse ante ella. Se mantuvo firme a sus principios y se limitó a decir a la pareja que no estaba de acuerdo con su opinión prejuiciosa sobre el cliente. Por lo que se alejó educadamente, aún cuando le irritaba. Sus valores eran muy importantes para ella, y nadie podía cambiarlos..
Una Camarera Singular
Como era de esperar, pidió a su jefe que la dejara cambiar para no tener que seguir atendiendo al maleducado dúo. Pero este, quería saber por qué no podía atender a la pareja; y ella entonces le relató las denigrantes y ofensivas acciones.

Al escuchar su razón para no querer servir a la pareja, el gerente se negó a dejarla cambiar de mesa; diciéndole que se las arreglase. Pero Brittany no podía tolerar más a la pareja, y el encargado le dijo que se fuera a casa si no tenía intención de hacer su trabajo.
Tomando una Difícil Decisión
Brittany era una mujer muy sensible a la cortesía. No quería tratar con una pareja llena de desprecio y opiniones malintencionadas sobre un individuo que no les había hecho nada malo. Por lo tanto, decidió volver a casa, pues era la mejor opción para ella.

Tomó su bolso y salió silenciosamente de la cafetería. Estaba firme en su decisión y no se arrepentía de haber defendido lo que consideraba correcto. Sin embargo, se preguntaba si ese sería el fin de su trabajo de dos años en el Fat Joe’s Bar & Grill.
La Gran Familia de Internet
Al llegar a casa, recordó todo de golpe. Estaba sorprendida por la respuesta de su jefe y ella necesitaba desahogarse. Sin nadie con quien hablar, decidió liberarse compartiéndolo en Facebook…y los comentarios no se hicieron esperar.

Los usuarios que leyeron su post la elogiaron y apoyaron por defender lo que era correcto. Algunos lectores, incluso se pusieron en contacto con el restaurante en relación con la situación. El gerente del restaurante se sorprendió de que Brittany hubiera contado el incidente al público y se desconectó.
¡Despedida!
Al día siguiente, el restaurante despidió a Brittany de su puesto. ¿Cómo se justifica esto? Con gran descontento, Brittany volvió a utilizar las redes sociales para dar rienda suelta a su frustración, compartiendo detalles sobre los últimos acontecimientos. Dijo que su moral tiene un gran valor para ella y que la preferiría al dinero.

La dirección del restaurante declaró que había puesto fin al contrato de Brittany porque se negaba a realizar el trabajo por el que se le pagaba y no por ninguna otra razón. No parecía preocuparles la situación.
Sin Arrepentimientos
Brittany, por su parte, dejó claro que se había encontrado con escenarios similares todo el tiempo. Sin embargo, aquello había sido demasiado para ella. Su conversación con la pareja de ancianos había sido horrible y llena de odio, lo que la hizo optar por seguir su instinto en lugar de conformarse con la clásica posición neutral.

La postura de neutralidad de la gerencia hizo que la gente llegara a la conclusión de que el restaurante seguiría tolerando actos tan penosos y desagradables. A pesar de quedarse sin trabajo debido a su fuerte moral, Brittany estaba en paz con su elección y era feliz con su decisión.
Lluvia de Críticas
La publicación de Brittany terminaba con un enlace en el que se pedía a la gente que dejara sus comentarios en la página de Facebook del restaurante. Sabía que las redes sociales eran el lugar adecuado para compartir su opinión y hacer comprender a la gente el comportamiento inaceptable del negocio.

Las críticas en el enlace que Brittany publicó llevaron al restaurante a cerrar temporalmente su página de Facebook. A pesar de las malas críticas, el restaurante siguió abierto; no obstante, recibieron muchos insultos de la gente. Incluso se vieron obligados a llamar a la policía cuando estalló una protesta en el local.
Pudo Haber Sido Diferente
Brittany se limitó a actuar de forma profesional y educada al solicitar el cambio de mesa; sin embargo, la postura insolidaria de los gerentes ante la gravedad de la situación no le dejó más remedio que mantener su postura moral negándose a atender las demandas de la maleducada pareja.

El énfasis del gerente en “simplemente lidiar con ello” o “irse a casa” demostró que no estaba atento a las preocupaciones de sus empleados. Todos los clientes deben ser tratados con respeto y si el gerente estaba dispuesto a dejar que los clientes se insultaran entre sí, y no respaldar a su personal, entonces tenía un problema.
La Opinión de la Copropietaria
En una entrevista oficial con la CBS, la copropietaria del Fat Joe’s Bar & Grill, Whitney Wallender, dijo que todas las personas tienen derecho a opinar y ver lo que les parezca. El restaurante no puede impedir ni hacer que la gente cambie sus opiniones.

Cuando se le preguntó por la situación que envolvía al empleo de Brittany, Whitney explicó que la gerencia decidió dejarla ir el día concreto en que ocurrió el incidente y no fue despedida por negarse a aceptar el pedido de la pareja.
Reunión con el personal
La gerencia del restaurante organizó una reunión de personal para analizar la situación. Algunos empleados mostraron las capturas de pantalla de las publicaciones de Brittany en Facebook. No había ninguna referencia directa a Fat Joe’s diner en ninguna de sus publicaciones; sin embargo, su perfil indicaba que Fat Joe’s era su lugar de trabajo oficial, lo que relacionaba su publicación con el restaurante.

La dirección tenía previsto relegarla de sus funciones sólo por ese día, pero reconsideró su decisión tras ver sus publicaciones en Internet. A los propietarios, Tad y Whitney, no les gustó que les avergonzaran públicamente en las redes sociales. Dijeron que la acción era poco profesional, ya que ponía en riesgo la reputación del restaurante, lo que les llevó a despedirla.
Lo Mejor Para el Negocio
La gerencia del restaurante comprendió que Brittany actuó según lo que consideraba correcto en ese momento. Publicar en Facebook fue su forma de compartir su opinión sobre el hecho de haber sido enviada a casa por ese día. Al mismo tiempo, la dirección tenía que hacer lo mejor para el negocio.

Su publicación en Internet había afectado a la reputación del restaurante, lo que supuso una experiencia desagradable para el restaurante y su dirección. Alegaron que cada uno tiene su propia opinión y que hay que vivir y dejar vivir. Po lo que no les quedó más remedio que despedirla.
Un Segundo Testimonio
Tad, el otro propietario del restaurante, fue entrevistado por “USA Today”. Explicó que en su restaurante se dan situaciones muy diversas, por lo que es mejor mantener una relación neutral con sus clientes, sin hacer valer sus creencias morales o políticas. Su único propósito era tratar amablemente a todos sus clientes durante su estancia y proporcionarles comida y bebida.

En el mundo actual, la discriminación social va en aumento, por lo que ha sido un tema de tendencia tanto en las plataformas políticas como en las redes sociales. Tad afirmó que la página del restaurante se había inundado de comentarios de odio debido a la publicación de Brittany, lo que les obligó a cerrar su página.
En una Nota Final
Cuando se le preguntó por la identidad de los clientes, Tad respondió que ambos eran clientes habituales del restaurante. No habían tenido ningún encuentro previo entre la pareja de ancianos y el otro cliente, antes de que se registrara el incidente en la cafetería.

También sostuvo que Fat Joe’s siempre garantiza la neutralidad y respeta a todo el personal y a los clientes, afirmando que la gente no debe cometer actos de discriminación; y que cualquiera que sea culpable deberá atenerse a las consecuencias.
¿Quién Tiene la Razón?
Brittany se disculpó con el restaurante, ya que afirmó que no era su intención acosarlos de ninguna manera. Explicó que sólo había solicitado cambiar de mesa, ya que era la única forma de seguir trabajando sin estar en contacto con clientes maleducados; pero su petición fue negada.

Sin embargo, señaló que el hecho de que el restaurante permitiera a la gente incurrir en la discriminación, no concuerda con “mantenerse neutral”. Considera que el restaurante debe adoptar una postura que explique que todo el mundo es bienvenido en su establecimiento y que no se tolerará la discriminación.
Acciones Contradictorias
Después de convertirse en la comidilla de la ciudad en las redes sociales, el restaurante empezó a tener dudas. La insistencia de Tad en la neutralidad implicaba que el restaurante daba la bienvenida a cualquiera que cenara allí. Sin embargo, esto enviaba señales contradictorias, ya que también significaba que el restaurante estaba abierto a acoger a clientes intolerantes.

Wallender tuvo que aclarar la idea de su postura neutral. Subrayó que todo aquel que acudiera al restaurante a comer, beber o lo que fuera, recibiría el mejor servicio posible. Insistió en que cuando decían neutral, se referían a que todos y cada uno, son bienvenidos en su establecimiento.
Manteniendo su Posición
Brittany explicó que no guardaba ningún rencor al restaurante a pesar de que la habían despedido por tratar de mantener sus valores. Mantenía una estrecha relación con algunos de los gerentes y el personal del restaurante, ya que formaban parte de la familia que había construido con el tiempo.

Brittany se mantuvo firme en sus valores contra el odio, la discriminación y la calumnia. Sin embargo, seguía siendo optimista en cuanto a la posibilidad de que se produjeran cambios a la hora de abordar la discriminación en el restaurante. Quería que la gente fuera consciente de lo que ocurría y tomara medidas proactivas para frenar cualquier acción de odio.